La evolución tiene varias etapas y el crecer evolutivamente hablando, puede sacudir gran parte de nosotros y hacernos parecer que estas peor, por un momento, hasta que comienzan a solucionarse “mágicamente” las situaciones alrededor, llámese: trabajo, relaciones familiares y de pareja, el dinero, la profesión, el hogar, entre muchas otras áreas de nuestras vidas.
Esta pudiera ser una de las razones principales por la que “inconscientemente” a la mayoría de las personas les da miedo evolucionar, haciendo caso omiso de las herramientas que nos envía el Creador (a través de nuestros amigos, familiares, maestros, cursos, situaciones, etc.) para ayudarnos a despertar.
El miedo paraliza y no nos deja actuar, al contrario, nos hace echar para atrás y no nos deja ver el camino que Dios ha iluminado para que sigamos Su Plan Divino. Igual hace la preocupación, que, al igual que el miedo, debemos abolirlos de nuestras vidas, ya que nos frenan, nos atan y construyen un muro inmenso que no nos deja ver cuál es nuestra Misión y qué es lo mejor para nosotros.
Debemos chequear dentro de nosotros mismos y desde nuestra intuición (que yace como un sentimiento en nuestro corazón), si estamos abiertos y receptivos a recuperar toda nuestra vitalidad y si deseamos tener una vida plena; caminando hacia la finalidad o Misión que debemos cumplir por estar en este hermoso Planeta Tierra-Gaia.
Aunque suene absurdo, yo he encontrado personas en mis Terapias que parecen querer sanar y tener éxito, pero en el fondo o no quieren o tienen miedo. Debemos chequear, además, si deseamos ser UNO con Dios, Creador, Universo o Padre Madre Celestial (no importa el nombre que le des a la magnificencia); si además, deseamos servirle y transmitir ese servicio a los demás, en AMOR INCONDICIONAL. Para eso nos tenemos que AMAR a nosotros mismos, primeramente y desde ese amor, debemos conocernos bien en el interior, cual es nuestro propósito de vida o Misión Divina.
Escrito y producido por la Maestra Zolemgeh Estrella
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